15 Sep 2014 La vuelta al cole y el desarrollo de la identidad digital de los estudiantes
La identidad digital es el conjunto de rasgos diferenciadores que define a personas, marcas o comunidades y le caracterizan en Internet. Así, es la traslación de la identidad física al mundo online. Es la suma de todo lo que dicha marca dice o hace en la Red, lo que los demás dicen sobre ella y, algo que a veces se olvida: lo que los otros ven. Y en Internet este último punto cobra especial relevancia: ¿estoy en los espacios sociales donde me ven quienes necesito, según mis objetivos, que me vean?
Todos tenemos identidad digital, todo comunica y depende de nosotros. Tres ideas básicas para el desarrollo y gestión de nuestra vida online que en enero de este año resumíamos una de las sesiones en FEUN sobre redes sociales y entorno profesional, y posteriormente en el curso de búsqueda de empleo en Internet de UNED.
Identidad digital. CÉSAR POYATOS |
Con todo ¿cómo es la identidad de nuestros estudiantes cuando todavía permanecen en los centros de estudios? Cuando los estudiantes son todavía menores de 8 o 10 años, la gestión de su identidad digital recae en manos de los padres, madres o adultos que educan a los niños, pero en buena medida también en aquellas personas a las que se autoriza la publicación de imágenes, como en la guardería, la escuela, etc. Posteriormente, son ellos mismos quienes acceden a gestionar sus propias publicaciones en la Red.
Si bien todos los estudiantes poseen su propia identidad digital desde infantil hasta la universidad habitualmente solemos poner el apunte en la empleabilidad y, por tanto, en los cursos superiores de FP o grado universitario.
Así, en el trabajo de LOS ESpcpieALISTAS se utilizó Internet en un programa de empleo-formación, si bien el uso de los medios sociales permitió primero conocerse y describirse, así como tomar decisiones (tanto de manera personal como colectiva), para luego conocer y más tarde darse a conocer como una herramienta de uso profesional. Además, compartir en Internet fue un objetivo de agradecimiento y de necesidad social de devolver a la sociedad todo lo aprendido y colaborar para que todos pudieran disponer de las mismas oportunidades, así como hacer visible a las personas con discapacidad.
Por otro lado, desde la Universidad de Alicante, Alba Santa y Rosa María Torres describen el proyecto SocialOVTT:
«una experiencia piloto en el contexto de la enseñanza y aprendizaje universitarios, en el marco del área de conocimiento de las Relaciones Públicas y en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), específicamente en el uso eficiente y profesional de las redes sociales e Internet, desde una visión ética, inclusiva e integradora de miradas y perspectivas diferentes, de acuerdo con el protoparadigma del aprendizaje invisible (Cobos, 2011), y de fomento del diálogo de saberes, según el paradigma de la Cuarta Cultura (Lehrer, 2010). Los resultados iniciales de “SocialOVTT” muestran que el uso de las TIC como parte de la metodología didáctica, contribuye a una formación holística y práctica, que dota de competencias técnicas y personales tanto a profesores como alumnos desde la construcción colectiva de sus identidades digitales, motivando a los primeros hacia la excelencia académica y favoreciendo en los segundos la empleabilidad y la sensibilización para el emprendimiento social como forma de autoempleo. Además, estos resultados animan a pensar en la aplicación de esta experiencia a grupos mayores tales como redes interuniversitarias».
La motivación del trabajo en las TIC hacia la empleabilidad es clara, ya que el desarrollo digital es algo cada vez más vigilado por empresas o empleadores, pero ¿por qué esperar a esa edad para trabajar en los centros educativos el desarrollo de la identidad digital? Me constan muy buenas prácticas del uso de las TIC en las aulas para la formación del alumnado, pero en ocasiones desarrollan su identidad digital, sin focalizar en que lo están haciendo. De hecho, quizá no sea el objetivo prioritario para el uso de la tecnología, pero sí es inherente y, por lo tanto, transversal.
Por supuesto es una labor compartida con el hogar, no solo de la escuela, pero donde la escuela puede llegar a través de la formación por proyectos, por ejemplo, como en este trabajo colaborativo entre alumnos de 3º de ESO publicado por Juan José de Haro.
Sin duda, los retos más complejos para la educación en el desarrollo de la identidad digital en las aulas es la edad legal de uso de medios sociales (14 años en España) y las normativas internas de uso en los centros educativos. Con todo, creo que son impedimentos «salvables» si todos entendemos y comprendemos que nuestros niños y nuestras niñas tienen identidad digital y la desarrollan, mientras nosotros colaboramos con ello. ¿Será la empatía de nuevo la piedra angular educativa? 🙂
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