16 Ago 2009 Visita a las bodegas Marqués de Riscal y otras curiosidades
En Elciego (Álava) se encuentra una de las grandes novedades en el mundo del vino.
Ya se han hecho esfuerzos para atraer turismo a la zona de la Rioja Alavesa, vinícola por excelencia, como la Ruta del Vino. Interesante para conocer toda una cultura de la zona, del vino y de la vida diaria de las gentes que viven con ello y de ello.
Pues, bien, aunque ya hace tiempo que nación, en Elciego han creado «LaCiudad del Vino». Todo un espacio propio dedicado al vino con hotel, spa, restaurantes, visitas turísticas y por supuesto bodegas.
Como explican en su web la ciudad «es un complejo compuesto por la antigua bodega de Marqués de Riscal (1858), la más antigua de Rioja, así como un nuevo edificio diseñado por el arquitecto canadiense, Frank O. Gehry, y que acoge un hotel, un spa de vinoterapia, un exclusivo restaurante, así como un centro de reuniones y convenciones. Sin duda, la Ciudad del Vino es un château del siglo XXI en el que disfrutar de las diferentes experiencias que ofrece el vino, un mundo lleno de sensaciones vivas».
Ciertamente un lugar para visitar y degustar un buen vino en buena compañía. La visita a las bodegas dura aproximadamente 90 minutos en el que se explica todo el proceso de creación de un caldo y se visitan las diferentes bodegas de la marca Marqués de Riscal. Curioso cuanto menos descubrir «La Catedral» un lugar donde llegan botellas de todas las añadas para evaluar las evoluciones del vino en botella y algunas celebraciones internas. Se mantienen botellas desde el siglo XIX y más del 70% están en perfecto estado, lo que indica el mimo que se le otorga a este misterioso lugar. Al final de la visita una cata de dos vinos: uno blanco y un tinto reserva, donde te das cuenta realmente de la profundidad de la cultura del vino, todo lo que lleva consigo y la importancia de los sentidos (que deberíamos quizá trasladar a todas las profesiones).
Os dejo unas fotos al respecto:
El edificio nuevo, repersenta una parra cuando se «crian» en vaso por sus pequeñas dimensiones. Los colores tampoco son «sinsentido». El rosado por los tintos que se cultivan en la bodega, el dorado por la red que cubre las botellas Marqués de Riscal y el plata por la vitola.
Una vista de la bodega antigua donde los procesos de creación del vino todavía son muy artesanales.
Desde Laguardia, un pueblo cercano, se divisa otra bonita bodega. Ysios, de bodegas Domecq, con un edificio creado por Calatrava que según la perspectiva posee forma de copa que se acopla al entorno de una forma muy homogénea.
Nuestro camino continuó y un par de fotos de carteles de venta verdaderemente curiosos…
La crisis inmobiliaria llega a todos los sitios… y oye, se vende una casa esta «económica» y ya con el proyecto de obra!
Por otro lado, una carnicería que como supodréis se llama Encarnación y el tío Jose (que no José)
(Este post está dedicado a mi tía, que ayer cumpliría un año más con nosotros. ¡Te queremos!)
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