08 Feb 2009 Yoísmo y publicidad
El mundo publictario ha encontrado un aliado en las nuevas tecnologías ¿o no tanto? Intentaré explicarme.
La publicidad es de por sí «yoísta». Si no lo fuese quizá estaríamos haciendo algo mal… ¿nos podríamos imaginar un spot o un anuncio gráfico donde una empresa no hablase de ella misma? ¿donde no intentase mostras sus fortalezas frente a las desventajas de la competencia? Es cierto, que en ocasiones algunas marcas sacan a relucir lo que a priori podrían ser debilidades, pero lo hacen como una gran ventaja… todos podríamos recordar: «1880, el turrón más caro del mundo». Pero siguen hablando de sí mismas.
Hasta aquí, todo lógico.
Por otro lado, la nueva Generación Interactiva se nos muestra como una gran creadora de contenidos. Sí, muchos contenidos: perfiles en redes sociales, fotos, textos, blogs, vídeos, estados, 140 caracteres… Cada persona que pulula por Internet (ese 2.0) posee una identidad propia en la Red como profesionales, líderes, seguidores, voceros, famosos, expertos… todos estamos ahí, todos tenemos nuestro «yo virtual». En ocasiones ese yo se convierte en un ego profundo a explotar. Hay quien simplemente se presenta y muestra lo que sabe o lo que encuentra, pero muchas veces ese yo habla por sí solo y se convierte en egocentrismo.
El gran reto está cuando ese ego sale a borbotones de su contexto y va más allá de la propia creación de contenidos a la publicidad de uno mismo, o mejor podría llamarse propaganda del uno. Nunca podemos decir de este agua no beberé, pero cuando leo en blogs, webs o entrevistas on-line «yo salí en tal medio», «yo publiqué tal cosa», «yo fui el primero que…»… Antes de continuar he de decir que tengo cierto miedo o repulsa a utilizar la palabra «yo» para hablar de mi misma, aunque reconozco que es complicado no usarla en este entorno de blogs unipersonales, pero ¿no se podría poner un link a esa entrevista o publicación? ¿No se puede explicar lo mismo viéndolo desde fuera? En el fondo, es ponernos en la posición del lector o del consumidor de contenidos on-line. Es importante comentar los logros, pero me gustaría explorar un camino para hacerlo de un modo más neutral, creativo e innovador… igual que hace la publicidad. Supongo que esto será cuestión de tiempo y del estilo personal.
Sin embargo, este no es el mayor «problema» (por llamarlo de algún modo) del yoísmo. Así, traspasar la barrera de la irrealidad es lo más peligroso. Llevar el «yo» que todos llevamos dentro a la vida cotidiana nunca lo he podido comprender, pero desgraciadamente, sea por la crisis o no, cada vez es más habitual. Últimamente he tenido alguna experiencia en este sentido y verlo como espectador verdaderamente es abrumador. La venta de uno mismo, en el sentido profesional del término, es algo muy importante para los expertos y trabajadores de hoy en día donde los puestos cualificados cada vez son más competidos, y por ello mismo es interesante reflexionar sobre el cómo hacerlo. No me gustaría entrar en valoraciones personales de los yoístas (además, todo lo somos un poco), sino mirar el tema desde el punto de vista de las personas que escuchan, siguen o leen.
Muchas veces me «chirrían» las palabras de aquel que sólo habla de sí mismo ¿será porque no tiene nada más que decir? ¿Será porque necesita aumentar su autoestima? ¿Será porque necesita reforzar que lo que ha hecho en su vida laboral o personal tiene sentido? En definitiva, es una actitud. De igual modo, también me «chirría» que alguien de una empresa hable en singular de los planes de mercado, productos o servicios… ¿acaso nadie más trabaja con él/ella? ¿Es la única persona que piensa en términos de innovación? ¿Es en solitario el decisor de la compañía? Y esto me llama la atención no sólo porque puede ser una falta de consideración para las personas que trabajan en dicha empresa, sino porque también afecta a la identidad corporativa de la marca.
Cada uno, como profesional, cuando hablamos de nuestra empresa somos embajadores de la marca y de sus productos y es algo que todos deberíamos tener en mente. Aquí es donde volvemos al comienzo: es lógico que una marca hable de sí misma… pero también es importante conocer qué dicen o hacen como empresa los empleados que trabajan en ella. En el fondo es el marketing duro, la venta personal, y esta se encuentra en cualquier reunión, presentación, comunicación (interna o externa), participación en congresos…
Sírvase para reflexionar la siguiente pregunta ¿acaso seríamos lo que somos si no hubiéramos trabajado donde hemos trabajado?
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